lunes, 8 de febrero de 2016

La Caravana del Zorro lleva fe y emoción a Esquipulas


 El rugir de los motores de incontables motocicletas de todo tipo hace temblar el pavimento. La música suena por los altoparlantes, las cámaras registran la escena y las sonrisas de los motoristas se confunden con las del público que se amontona en la Plaza de la Constitución para presenciar el inicio de la peregrinación motorizada. Motocicletas de motores poderosos, cascos modificados como personajes de ciencia ficción, máscaras de calavera y todo tipo de disfraces le añaden colorido a la escena. El ambiente es de fiesta, de alegría contagiosa y de buenos deseos para los viajeros.
La Plaza de la Constitución y áreas aledañas respiran júbilo y expectación: los que van a viajar esperan regresar sin novedad y reciben la bendición de quienes se quedan. A las 7:30 horas, el banderazo de salida marca el inicio de una nueva edición de la Caravana del Zorro. Durante más de una hora, los gritos de júbilo, el agitar de banderines y la música rock acompañan a los peregrinos motorizados. Pilotos solos y acompañados, e incluso parejas con niños, enfilan sus motocicletas por la 7a. avenida rumbo a la Calle Martí, donde toman la Carretera al Atlántico y aceleran rumbo a Esquipulas.

Los peregrinos de febrero

Todos los años, cada primer sábado de febrero, la Plaza de la Constitución se convierte en el punto de partida de la peregrinación en motocicleta más popular de Guatemala: la Caravana del Zorro.

Se trata de un recorrido de aproximadamente 224 kilómetros de carretera, de viento en la cara, de asfalto caliente bajo las ruedas de las motocicletas que avanzan con la mirada fija en su destino: la Basílica de Esquipulas, en donde los peregrinos esperan visitar a la venerada imagen del Cristo Negro.

Patrimonio cultural

El 4 de febrero de 2011, cuando cumplió 50 años de su fundación, La Caravana del Zorro fue declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación por el Gobierno de Guatemala. Con esto, la caravana motorizada se convierte en objeto de protección, defensa, investigación y conservación, según reza el acuerdo Acuerdo Ministerial 102-2011.

Cuando falleció Villadeleón, el fundador de esta caravana, en 1987, los participantes de esta romería eran aproximadamente un centenar, y año tras año se sumaban nuevos peregrinos, mayormente cobradores, mensajeros y repartidores capitalinos.

Ya en 1995 se había logrado que las agencias importadoras de motocicletas colaboraran de manera directa con la Caravana y brindaran soporte técnico y transporte para motocicletas dañadas durante el recorrido, sin importar la marca de estas. Esta unidad por parte de los importadores dio como resultado que la participación de motociclista fuera aumentando año con año.

Fue a partir de 2005, cuando varias empresas privadas empezaron a brindar patrocinio, que el número de participantes creció hasta alcanzar las decenas de miles que actualmente cubren la carretera con el brillo de sus cascos.

Más de 50 años de tradición
 
La primera edición de esta caravana se realizó en febrero de 1961, y en 1987 fue bautizada en honor a la memoria de su fundador, Rubén Zorro Villadeleón, que falleció ese año. En 1961, sin imaginar la magnitud que su iniciativa alcanzaría en años futuros, Villadeleón se reunió con un grupo de amigos y realizó una peregrinación en motocicleta hacia Esquipulas. Actualmente la caravana es encabezada por Eddy Villadeleón, hijo del fundador de esta romería.






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